top of page
Buscar

El quinto campo

  • Julio A. Sánchez Flores
  • 5 abr 2016
  • 4 Min. de lectura

Hace unos cuantos años vi una película de ciencia ficción dirigida por el productor francés Luc Besson y protagonizada por Bruce Willis y Milla Jovovich, en la que una fuerza de energía maligna proveniente del espacio extraterrestre amenaza con destruir la tierra, y la única posibilidad de contenerla y eliminarla es con la conjugación de los cuatro elementos: tierra, agua, aire y fuego, más un quinto, que era el que permitía que los cuatro se fundieran en uno solo para emitir un rayo de energía que lanzado al espacio eliminara la amenaza.

Resulta, que la trama se desarrolla cuando de una mano de un ser extraterrestre encontrada en un sarcófago, seres venidos del espacio infinito mediante la clonación, crean a una joven de una belleza increíble que se convierte al final en el vector que haría que la energía de los cuatro elementos se fundieran en uno solo para crear el rayo milagroso.

Este nuevo ser se entera por medio de vídeos sobre los anti valores y el mal que predomina en la humanidad de nuestro planeta, manifestado en guerras y actos de violencia extrema, que hace que se desanime en su propósito de salvar al planeta de la destrucción por parte de la energía negativa que conforma la amenaza.

Después de un viaje intergaláctico que realizan los personajes de la trama, al final logran encontrar cuatro piedras en las que en cada una ellas contenía a uno de los cuatro elementos. Las piedras son llevadas a la tierra, junto con el vector, donde en una cueva de un sitio desértico tratan de fundir la energía del agua, tierra, fuego y aire en una sola, pero la bella joven, que representaba la energía del quinto, necesaria para fusionar los otras energías de los cuatro elementos, languidecía al negarse a vivir en un planeta en donde los seres humanos se matan unos contra otros.

Bruce Willis, que hacía las veces del personaje que había logrado recobrar las piedras, se había enamorado de Leeloo Minai - Milla Jovovich -, por lo tanto no iba a permitir que su ser amado se muriera. Ante esta crítica situación, la toma en sus brazos y la besa con tanta pasión que hace que Leeloo despierte del letargo en que se encontraba, emitiendo un rayo de energía positiva que hizo que los cuatro rayos emitidos por los cuatro elementos se fundieran en uno solo. Y es así como los cincos campos integrados de manera sinérgica en uno más poderoso logra destruir a la fuerza negativa que amenazaba con la destrucción de la tierra.

¿Saben ustedes cual era el factor que configurado en un rayo de energía positiva hizo que los otros cuatro elementos se fundieran en uno logrando así destruir la amenaza compuesta por anti energía? Bueno, amigos, ese rayo de luz es el AMOR. Así, en mayúscula.

Con el argumento de esta película de ciencia ficción como introducción los quiero llevar a donde la ciencia, la filosofía y la ficción se conjugan para demostrar la presencia de Dios.

Según las investigaciones de la doctora Helen E. Dziemidko desde el 2002 existe la hipótesis de que la “causa” y el “efecto” pueden producirse al mismo tiempo, pero a una velocidad mayor que la luz. Los científicos proponen que para que esto sea posible debe existir una interconexión entre todas las cosas posibles. Esta interconexión de todo en el tiempo y en el espacio presenta una gran similitud con las enseñanzas esotéricas, y podría llegar a crear una “conciencia universal” capaz de envolver al mundo.

Se ha sugerido la idea de un campo de fuerza análogo a la superficie del mar, que es capaz de registrar patrones de ondas de la misma forma que un holograma (imagen reproducida en tres dimensiones) denominado “el quinto campo”, y se dice que se encuentra junto a los conceptos de espacio, tiempo, materia y energía con los que normalmente trabajan los científicos. En teoría, se considera como la fuerza a partir de la cual se ha derivado otras fuerzas o energía del universo como la gravedad y el electromagnetismo.

Si la matriz subyacente de nuestro universo actúa en efecto como un holograma, una pequeña parte contendría la información la cual también estaría contenida en el resto de la matriz, de manera que todas sus partes parecerían estar conectadas por encima del tiempo y la distancia. Este campo holográfico, según Dziemidko, podría ser considerado por la ciencia al equivalente de “Dios” en la tradición judeo – cristiana (“Aquello que es ahora y que siempre será” y “Aquello donde yo vivo y me muevo y que contiene mi existencia”).

Por otra parte, los textos religiosos antiguos como las Upanishads del hinduismo o el Tao de la filosofía china contienen referencias que permiten visualizar un universo en forma de onda, el cual aparece formado por luz, y la experiencia es de una abrumadora felicidad, alegría y amor. Este último es la energía que parece afectar a todos los campos de energía que rodean nuestro cuerpo. Es posible que el quinto campo sea el amor.

Entonces, ¿cuál es la enseñanza sobre la existencia del quinto campo? Que Dios es una fuerza energética súper poderosa que se hace presente en todos los seres vivos de la naturaleza y del universo a través del amor.

Fuente: Dziemidko; Helen (2002). Medicina Energética. Editorial Blume. Barcelona, España.


 
 
 

Comments


Featured Review
Tag Cloud
Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.

© 2023 by Julio Sánchez. Proudly created with Wix.com

  • Twitter B&W
bottom of page