top of page
Buscar

La filosofía de los números

  • Julio Sánchez
  • 21 mar 2015
  • 3 Min. de lectura

En la filosofía antigua el principio esencial de todo lo existente en el mundo giraba alrededor de cuatro elementos. Para Tales de Mileto era el agua, para Anaxímenes el aire, para Heráclito el fuego, o lo que más tarde sería pata Protágoras el hombre mismo, en tanto que éste era la “medida de todas las cosas; y para Pitágoras era el número, lo que dio origen a la matemática como ciencia.

Este filósofo afirmaba como premisa que el mundo es armonía y que el número es traducción y clave de esa armonía. En su sistema cosmogónico el número es el principio esencial de todo lo existente.

Los alumnos de Pitágoras dedicaron buena parte de sus reflexiones a las matemáticas, a la música y a la astronomía. Crearon la primera tabla de multiplicar, identificaron los programas de aritmética, y demostraron numerosos teoremas comenzando por el famoso Magno Teorema, admirable demostración de que el cuadrado de la hipotenusa de un triángulo rectángulo es igual a la suma de los cuadrados de los catetos.

Por derivación establecieron el vínculo entre el ritmo musical y el proceso lógico del número y sus combinaciones, atendiendo a las relaciones entre las longitudes de las cuerdas que producían las consonancias musicales. De sus observaciones cósmicas apareció la primera aproximación de esfericidad de la tierra y al movimiento del planeta alrededor del sol.

En virtud de esta tesis, los números definen las cosas, redondean su volumen, tienen visualidad y beligerancia jerárquica. De acuerdo con Pitágoras, los diez primeros números, cuya representación es la “sagrada década de Moisés”, son suficiente para comprender la infinita variedad de las cosas, desde el microcosmo humano hasta el macrocosmo universal.

El uno representa la Divinidad, La Monada, principio de todo, el punto geométrico. El dos forma la línea, la dualidad, el día y la noche, la generación producida por el encuentro entre el principio masculino y femenino. El tres es el número que tiene comienzo, medio y fin, pues forma la unidad y el primer par. Es la Triada que simboliza la constitución ternaria del ser humano. El cuatro está constituido por la multiplicación del par por sí mismo y expresa la justicia y la reciprocidad. Es la Tétrada que representa la unión de lo creado con lo increado, de la naturaleza con la divinidad. El cinco da a la materia sus atributos y su forma, y al surgir de la reunión del primer par y del primer impar, simboliza la unión del hombre y la mujer. El seis representa la ordenación cósmica y es la suma del primer par con su cuadrado. El siete proviene de la combinación de la Triada con la Tétrada, de lo humano con lo divino, y es referencia cuantitativa de numerosas leyes de la Naturaleza. El ocho, cubo del primer par, simboliza la regeneración. El nueve, último número de las unidades, se identifica con la inmortalidad. El diez o tetraktis es el número ideal, por provenir de la integración de la unidad, el primer par, el primer impar y el primer cuadrado.

Para Pitágoras, como buen maestro, su pasión era la enseñanza, y enseñaba a pensar. Su lema para sus alumnos sobre el conocimiento los traslucía mediante la luz cuando les decía que enseñar era como el fuego verdadero que nunca se apaga, siempre encontrará mecha en quien deja como relevo, para que así la antorcha siempre alumbre el sendero.

 
 
 

Comments


Featured Review
Tag Cloud
Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.

© 2023 by Julio Sánchez. Proudly created with Wix.com

  • Twitter B&W
bottom of page